domingo, 9 de febrero de 2014

MIR y Medicina


Ahora que ha sido el examen MIR, y un montoncito de nuevos médicos va a entrar en el sistema, se me ocurren unas cuantas reflexiones al hilo de las noticias.

La primera es acerca de un caso clínico de mi querido NEJM de esta semana. Con el título de Elementos que faltan de la historia (Clinical problem-solving, missing elements of the story) ATENCION SPOILER

cuentan la historia de una paciente de 59 años, con poliartritis operada con prótesis de caderas y un viaje reciente a Dinamarca (destino poco sospechoso en cuanto a infecciones del viajero), que se pone mala con tos, disnea y edema de un pie. Evoluciona poco a poco a peor, hasta quedarse sin corazón y recibir uno nuevo en transplante (bueno, de segunda mano). Cuando se empieza a estropear el segundo, le revisan todo, incluido mirar sus niveles de cobalto, y como en House: Las prótesis metálicas y defectuosas le estaban intoxicando a metales pesados. Quitarlas y curada. Nota al margen: La que se le viene encima al fabricante.

Pensando en contar esto, me sale hoy en la prensa el exagerado titular "Salvan la vida de un paciente gracias a la serie House" Y es otro paciente con la misma historia, esta vez en Alemania, y cuyo caso se publica el 8 de febrero del 2014 en el Lancet (lo siento, fabricantes de prótesis metálicas).

Todo al hilo de que el razonamiento clínico es siempre igual aunque las enfermedades cambien. Pero llega la tercera noticia, que cierra el círculo.

Un paciente, Jose Luis, con un cáncer de pulmón IV estadio en progresión, con un cierto componente familiar, considera que se merece terminar ya, y por lo que cuentan él y la noticia, esta vez estoy de acuerdo con él (toreo de salón, sí), y no con sus cuidadores de paliativos (ojo, que también tienen su gran punto de razón). Algo parecido pasó recientemente con un nonagenario, corredor, que se murió con un cáncer de estómago.

Lo cual nos lleva al colofón: Mensaje para los nuevos: Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre (atribuido a Hipócrates, siglo V a.C., vigente aún aunque no sabían lo que era el cobalto ni el receptor del EGF). Bienvenidos. Y a todos, feliz domingo.

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